Cuando dos átomos se unen, buscan lograr la máxima estabilidad. Al acercarse dos núcleos, la máxima estabilidad se consigue cuando los electrones se redistribuyen a su alrededor hasta alcanzar una disposición en que las fuerzas eléctricas hagan que la energía potencial del sistema sea mínima. A esta distancia se llama longitud de enlace.
Para esa distancia (longitud de enlace), la energía es mínima y la estabilidad es máxima.
Se llama energía de enlace a la energía que se desprende al formarse un enlace, o a la energía que debe utilizarse para romper dicho enlace químico.