En 1865, de los trabajos del monje agustino Gregorio Mendel, se logró conocer los mecanismos básicos que explican la herencia de los rasgos o caracteres de padres a hijos. Así se inició la Genética, ciencia que estudia los problemas relacionados con la herencia y la variabilidad que existe entre los organismos vivos.
Gregor Mendel es conocido como el padre de la genética.
En 1928, Friedrich Griffith realizó un importante experimento, llamado transformación bacteriana, en el que demostró que las “moléculas de la herencia” podían pasar de una bacteria a otra modificando el fenotipo. En este experimento se utilizan las cepas de la bacteria Streptoccocus pneumoniae: una cepa llamada “S”, cuyas colonias pose en una superficie lisa y que produce la muer te de ratones, y otra cepa llamada “R”, cuyas colonias tienen superficie rugosa y que no producen letalidad en los ratones de laboratorio.
En 1944, Oswald Avery y su equipo de investigadores se propusieron identificar la molécula responsable de la transformación bacteriana, descubierta por Griffith. Para esto, aislaron las diferentes clases de
moléculas de la cepa S y analizaron el efecto de cada una sobre el fenotipo de las células de la cepa R, al añadir las al medio de cultivo. El resultado de su investigación fue que solo una clase de moléculas, el ácido desoxirribonucleico (ADN), produjo la transformación bacteriana observada por Griffith. Este experimento permitió identificar al ADN como la molécula responsable de la herencia.