01 marzo 2014

La alquimia

El término alquimia proviene del árabe “alkimiya”, derivado a su vez del griego khemeia (que significa el jugo de una planta). Se llamaron alquimistas a los antiguos personajes, precursores de los químicos modernos. La alquimia tuvo mayor auge durante la Edad Media. Los conocimientos químicos aprendidos de los egipcios y las ideas filosóficas heredadas de los antiguos a través de la escuela Alejandrina dieron a la alquimia en manos de los árabes y después en toda Europa, una significación especial.

Alquimia

A los alquimistas árabes del siglo VIII y IX, Jabiribn Hayyan y Rhazes se debe la teoría de que los metales están formados por dos cualidades: el azufre y mercurio.

  • El mercurio representaba el carácter metálico y la volatilidad.
  • El azufre que poseía la propiedad de combustibilidad.

Luego se sumó un tercer elemento: la sal, que tenía la propiedad de la solidez y la solubilidad. En base a estos tres elementos llamados “tria prima” era posible todo tipo de transformaciones de una sustancia a otra (lo que hoy se llama reacción química).

Tia Prima - azufre, mercurio y sal

La obsesión de los alquimistas en un primer momento fue la búsqueda de la “piedra filosofal”, material que permitiría convertir cualquier metal, por ejemplo el plomo o el hierro en oro. Ya en el siglo XIII se extendió el objetivo de la alquimia que fue la búsqueda del “elixir filosofal o de larga vida”, el cual debía eliminar la enfermedad, devolver la juventud, prolongar la vida e incluso asegurar la inmortalidad.

La practica de la alquimia fue secreta debido a los hombres que la relacionaban con la magia y la causa de Dios, pues a los alquimistas se creían los elegidos para ser depositarios de la verdad y por ello no debían divulgar sus conocimientos. Sus apuntes lo realizaban en un lenguaje hermético, describiendo mas bien operaciones que hechos y haciendo uso de signos y símbolos. Así por ejemplo, un dragón que se muerde la cola es la imagen de la unidad de la materia, un pájaro que levanta vuelo es la sublimación, un pájaro que desciende a la tierra es la precipitación, una ballena simboliza el agua, un águila el aire, un dragón el fuego, un toro a la tierra, etc..

Simbolos alquimistas

Los alquimistas aportaron el término “elemento” a la química. El desarrollo de la noción de elemento en el sentido químico fue uno de los puntos claves en el nacimiento de ésta como ciencia, sustituyendo a la antigua alquimia. También produjeron indudables progresos a la química del laboratorio, puesto que prepararon un gran número de nuevas sustancias, perfeccionaron muchos aparatos útiles y desarrollaron técnicas que constituyen la base de la subsiguiente investigación.

Principales representantes de la alquimia

Entre los alquimistas árabes de gran renombre figuran Geber, quién escribió numerosas obras y entre ellas la “Summa perfectionitis”, el tratado de química mas antiguo que se conoce. Otros alquimistas son Rhazes (siglo X), Avicena (siglo XI). Avicena fue un muy famoso alquimista, filósofo, astrónomo, matemático y médico. Averroes fue otro alquimista (siglo XII) que influyó en el pensamiento medieval. Se atribuye a los alquimistas árabes el descubrimiento de sal amoniacal, el aceite de vitrolo (H2SO4), el agua fuerte (HNO3), el agua regia (mezcla de HCl y HNO3), muchos compuestos de mercurio y arsénico, y la preparación del espíritu de vino (etanol).

Entre los alquimistas de occidente de gran importancia por sus descubrimientos y teorías, tenemos a San Alberto Magno (1206 – 1280) llamado Doctor Universal, considerado el Aristóteles de la Edad Media, preparó la potasa cáustica (KOH), establece la composición del cinabrio (SnS), señala el efecto del calor sobre el azufre utilizando por primera vez el término afinidad en el sentido químico que se conoce. También explica la preparación del minio (Pb3O4), acetato de cobre y plomo. En su tratado de “De Alchimia” deslinda y ataca frontalmente la ciencia secreta practicada por algunos alquimistas, especialmente a los charlatanes fraudulentos que falseaban el oro y la plata en beneficio propio, y expone las condiciones que debe reunir un alquimista, y que en gran parte corresponde a los químicos modernos. Roger Bacon (1214 – 1294) en su obra “Speculum Alchimiae” sostiene que hay un aire que es el alimento del fuego y otro que lo apaga. Difunde el empleo de la pólvora, además practicaba la experimentación y combatió con tesón a Aristóteles. También realizó trabajos notables en el campo de la óptica. Santo Tomas de Aquino (1225 – 1274) llamado comúnmente Doctor Angélico, escribió un tratado sobre la esencia de los minerales y otro sobre la piedra filosofal. Raimundo Lulio (1235 – 1315), llamado Doctor iluminado, escribió muchas obras y prestó mucha atención sobre los productos volátiles de la descomposición de los cuerpos.


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