04 abril 2013

El gas natural en la industria de las cerámicas

El uso del  gas natural en esta industria es muy ventajoso debido a que se consigue un ahorro económico y permite la obtención de productos de mejor calidad.

El gas natural en la industria de las cerámicas

Cabe indicar que los productos acabados en la industria de la cerámica requieren de mucha limpieza y con el gas natural se consigue esta exigencia.

El proceso de fabricación de todo tipo de piezas de cerámica abarca la preparación de las materias primas, la mezcla, el amasado y la extrusión la configuración de las piezas, el secado, la cocción, el esmaltado y la decoración. El uso del calor tiene lugar en el secado, la cocción, el esmaltado, la decoración y también la mezcla y el amasado. La elección del combustible en la industria cerámica constituye una decisión de gran importancia, por la diversidad de la producción y el carácter físico-químico de las operaciones térmica que realiza.

El gas natural ofrece a la industria de la cerámica unas ventajas, cuyo provecho viene determinado por el tipo de producto de que se trate y el equipo usado. En la fabricación de azulejos, porcelana, gres o refractarios, su utilización se traduce en un importante aumento de la producción, la mejora en la calidad de los productos y la optimización en la economía de la empresa.

El gas natural mejora la calidad de los productos tratados por el hecho de ofrecer una disminución del porcentaje de unidades defectuosas, por eliminar la eventualidad de manchas y decoloraciones de los artículos durante cada cocción y secado, y por estar libre de azufre y de impurezas.

Del gas natural se obtiene una perfecta homogeneidad en cada cocción junto a un total ajuste de las temperaturas para las necesidades requeridas. No provoca sobrecalentamientos locales al disponer de una llama adaptable a las características del recinto de calentamiento, y posibilita un perfecto control de la atmosfera del horno (oxidante o reductora) al alcanzar una excelente regulación en la mezcla aire-gas.

La aplicación del gas natural permite un apreciable incremento en la producción, que viene dado por una reducción de los tiempos de puesta en régimen de las instalaciones y la disminución de los volúmenes libres necesarios en los hornos entre las diferentes piezas cerámicas a tratar, lo que se traduce en un mayor aprovechamiento de la capacidad del horno.

El gas natural incide de forma eficaz en la rentabilidad, al permitir utilizar los gases resultantes de la combustión en el secado directo de diferentes productos, disminuir sensiblemente los desechos, obtener un ahorro en mano de obra (consecuencia de la automatización conseguida) y una disminución de los gastos de mantenimiento, así como reducir el consumo especifico y aumentar los espacios disponibles gracias a la ausencia de almacenajes de combustible.

El gas natural, además, ha hecho posible el diseño de hornos de calentamiento rápido y de monococción, con la consiguiente disminución de los consumos específicos.

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